7vredondof27/11/2012 | 12:35
#6
El PPSOE viene EXPULSANDO del "SISTEMA" a todo aquel que sobresale o les hace sombra ["El que se mueve no sale en la foto"].
Han consolidado un verdadero ejercito de MEDIOCRES SERVIDORES con nulo "SABER HACER" y la de "MANTENERSE" como única tarea.
Es imposible que con ESTE PERFIL , la "PANDILLA DE GOLFOS" que nos gobierna QUIERA, PUEDA Y SEPA superar la gran crisis a la que ELLOS MISMOS NOS HAN CONDUCIDO.
Es mas, aun apareciendo el GRAN LÍDER VALIDO Y NECESARIO , LA INCRUSTACIÓN de "LA CASTA" en Instituciones TAN DETERIORADAS es tal , que se necesitaremos años y años para LIMPIAR Y RESTABLECER UN ESTADO DEMOCRÁTICO AUTENTICO.
http://quenocuentenconmivoto.blogspot.com/
El PPSOE viene EXPULSANDO del "SISTEMA" a todo aquel que sobresale o les hace sombra ["El que se mueve no sale en la foto"].
Han consolidado un verdadero ejercito de MEDIOCRES SERVIDORES con nulo "SABER HACER" y la de "MANTENERSE" como única tarea.
Es imposible que con ESTE PERFIL , la "PANDILLA DE GOLFOS" que nos gobierna QUIERA, PUEDA Y SEPA superar la gran crisis a la que ELLOS MISMOS NOS HAN CONDUCIDO.
Es mas, aun apareciendo el GRAN LÍDER VALIDO Y NECESARIO , LA INCRUSTACIÓN de "LA CASTA" en Instituciones TAN DETERIORADAS es tal , que se necesitaremos años y años para LIMPIAR Y RESTABLECER UN ESTADO DEMOCRÁTICO AUTENTICO.
http://quenocuentenconmivoto.blogspot.com/
ES OBLIGACION DE LOS "FORMADORES DE OPINION" ESFORZARSE Y CONSEGUIR EN TODO EL ARTICULO LA SINTESIS DEL TITULO.
"El" atributo de la INFORMACION UTIL es ser SINTÉTICA Y CORTA .
SCL
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Decía Winston Churchill, laureado escritor a la par que aguerrido estadista, que la democracia es el peor de los sistemas políticos si exceptuamos todos los demás. A este, como no le podían dar el Premio Nobel de la Guerra porque no existía, ni tampoco el de la Paz porque hizo la guerra, le dieron el Premio Nobel de Literatura, como consolación al esfuerzo desplegado contra la maldad autoritaria.
Como en todo, hay grados, niveles y rangos. Están las democracias nórdicas que, con todos sus defectos incluyendo la a veces asfixiante hipocresía luterana, son más o menos dignas de sus ciudadanos. Estos hacen honor a ella mediante la movilización de la sociedad civil, forzando la transparencia, el control de los abusos mediante sibilinos contrapoderes. No son la panacea, pero más o menos funcionan.
Está la nuestra, que, enjutamente amordazada en corrupción y rebosante de incompetencia, anda descabalgada de valores y equilibrios, mientras sus votantes eluden la responsabilidad ciudadana de controlar los excesos y la rapiña de los poderosos. Se indignan. No hacen nada. ¿De qué se quejan?
El drama de España y el de otras democracias que, hasta no hace mucho, más o menos funcionaban, es la renuencia de la sociedad civil a controlar los excesos del poder, su inacción interesada a causa de los menguantes pesebres y la vida que pensaban fácil las nuevas generaciones sin agobios ni responsabilidades.
O la ausencia de contrapoderes que mantengan a raya los poderes fácticos que siempre han existido, anteriormente llamados caciques, que utilizan los resortes del Estado y su influencia para su beneficio personal o gremial.
Contrapoderes benevolentes, jamás asfixiantes, que equilibren la balanza de la injusticia y la igualdad, de la libertad real y no decretada, salvaguardando la calidad de la democracia. Que ausculten el pulso, su salud y buen funcionamiento. Que denuncien los excesos, la corrupción, que eviten la disolución del Estado de derecho. Que atenúen la injusticia, que proclamen la guerra a la indolencia y la caradura, a la incompetencia del ejecutivo, sea local, autonómico, nacional o el del momento. Aquí nadie dimite. Es desolador.
Que exijan rendir cuentas a los Gobiernos y el resto de poderes del Estado. Que rindan estos no por miedo a la reacción de los ciudadanos, sino por propia iniciativa, por decencia y honestidad, porque su educación se lo exige. Porque recibieron una formación en la que tales valores puntuaban al alza, a pesar del colegio, la competitividad mal encauzada y la cursi empleabilidad.
Palabreja que fabrica autómatas en vez de personas cultas y cívicas, productores en vez de pensadores. Ni siquiera sabios en sus respectivas disciplinas, porque la burocracia y la igualdad que enrasa por abajo ha dinamitado la calidad en los colegios y la universidad.
Generamos débiles imberbes mentales, adultos flojos, analfabetos funcionales al servicio de la depredación, en vez de personas educadas en el civismo, la honorabilidad y el tesón. La investigación ha desaparecido, la innovación no existe. La universidad, loado sea Bolonia, ha sido el último reducto conquistado por las atrabiliarias huestes de la ignorancia y la mediocridad. Ya no queda nada por triturar.
Acechaban los vientos en los destartalados quicios de las angostas ventanas por donde hasta ahora, al menos, entraba un débil susurro de cultura y sensibilidad. Tronaron las campanas avisando temporal. Está arreciando huracán. Ya no quedan ciudadanos.
Sin contrapoderes no hay democracia. Tan solo dictaduras plurianuales con opción a la renovación indefinida o a la sucesión endogámica del clan. Cambian las caras, para que todo siga igual, como en Argentina, Bolivia, Venezuela, Rusia y tantas otras democracias nominales. Continúa la tradición decimonónica.
Acabaremos dando por buena, añorando la dictadura de Franco. Sería trágico: en ella hacía frío. Ahora está helando. Las expectativas creadas en el año 75, España por fin se convertiría en nación homologada al resto de Europa, han sido defraudadas por la casta que sustituyó a la oprobiosa, peor que la anterior, por actuar camuflada.
Nos olvidamos de que muchas de las conquistas sociales, que tan bien han funcionado, nada que ver con los dadivosos dispendios recientes, fueron invento de la dictadura. Por desgracia, están siendo cercenadas sin debate ni conmiseración. Empezando por la Seguridad Social, la sanidad, antaño de calidad, hoy troceada, a pesar de la dignidad que mantienen heroicamente cada día sus apaleados trabajadores; o las leyes laborales recientemente derogadas, de tan extrema protección que provocaban abusos por parte de los que no pegaban ni golpe. No temamos: ahora vivimos en democracia. Lo hacen por nuestro bien. El pueblo es soberano. ¿O no?
No sabemos quién nos gobierna realmente, más allá de los títeres políticamente correctos que acostumbran a destrozar el lenguaje en televisión: ¿la oligarquía oligopólica?, ¿los druidas?, ¿las ideologías económicas?, ¿los bancos? ¿O acaso es todo más simple?
El drama doliente es cómo se eligen los políticos a sí mismos. Cómo los postulan para el cargo sus mentores elevando a la categoría de arte el principio de mediocridad para evitar que les hagan sombra. Antes o después, los más viejos se acabarán marchando por senectud, ascendiendo los recomendados. Algunos incluso antes por falta de cuórum de los anteriores o porque en el país de los tuertos el ciego políticamente correcto es el rey, aunque sea un desalmado. ¿Qué queda entonces?
La responsabilidad política ha desaparecido totalmente. Ya no quedan estadistas, ningún Churchill o Adenauer, ni siquiera Adolfo Suárez. Ahora no se les exige que sepan escribir, tampoco saben hablar. Los políticos actuales, sin principios ni cualidades, son el tercer problema de los españoles después del empleo y la crisis económica.
O el primero, diría yo, ya que, sin su cooperación necesaria, sin la dejación de funciones, no estaríamos como estamos a causa del destrozo perpetrado en la educación, el saqueo de las antaño memorables cajas de ahorros, la confiscación de nuestros ingresos para pagar socializadas pérdidas producidas por nefastos empresarios, la casta financiera y ladrillera con la que retozan al alimón, o la consentida centrifugación del Estado a manos de despiadados caciques tribales.
¿Por qué en este país solo se mete a político el que no sirve para nada, los más incompetentes y caraduras, salvo aisladas excepciones? ¿Sólo para medrar y hacer caja? No queda ningún contrapoder capaz de parar los pies a tanto insulso depredador de lo público.
Los diecisiete parlamentos regionales, más las Cortes Generales, no dejan de escupir decretos absurdos, denigrantes, burocracia incompatible, leyes infumables. Los jueces se ven amordazados al estar obligados a cumplir tales esperpentos legales, sin dejar margen al sentido común, como la denostada Ley Hipotecaria.
O las leyes feminazis que condenan al marido, le arrebatan sus hijos, por el mero hecho de serlo. Que sigue destrozando niños al dejarlos sin padre, arruinando lo que queda de esas familias deshechas con sus infames resoluciones en forma de packjamás igualitario. Un pequeño ejemplo de tanta barbarie.
El problema de España es la falta de independencia de los tres poderes del Estado junto con la inexistencia de contrapoderes que equilibren y controlen los excesos del poder.
Señor Rajoy, le recuerdo que usted manda. Quedamos en que no debía nada a nadie. Los españoles le otorgamos poder absoluto. Ejérzalo de una vez. Reinstaure la democracia, reforme los mecanismos del Estado garantizando que los mejores entre los iguales podrán en un futuro próximo estar al mando, alcanzar el sueño del pueblo de tener dignos representantes.
Instaure los mecanismos que toda democracia necesita: transparencia contable, auditoría interna, control de abusos, límites a la corrupción, dimisión de aquellos en los que haya tacha o sobrevuele sospecha, derogación de patentes de corso a los políticos, necesidad de exigir responsabilidad penal a los prevaricadores, a los saqueadores del sistema financiero, a los dilapidadores de dinero público.
Instaure un Tribunal Constitucional independiente, rellénelo de prestigio; reforme el poder judicial para que los ciudadanos lo podamos por fin respetar; establezca organismos reguladores que ejerzan su función, sin peleles a los mandos. La lista es inabarcable.
Obligue, finalmente, a que sus señorías se hagan el harakiri a imagen y semejanza de las Cortes de la dictadura instaurando un parlamento digno, profundamente democrático y no dedológico (nombrados a dedo los representantes), para que deje de avergonzar a los españoles y al resto de los europeos.
Proponga listas abiertas para nombrar a los candidatos y que se lo curren de manera que los que rebuznan se autoeliminen. Reforme los sistemas de designación de cargos de manera que los mejores puedan ejercer. Nombre a los más notables en juicio, grandeza, capacidad, equidad y nobleza a semejanza de los valientes diputados de las Cortes de Cádiz. Con la valentía e integridad de Churchill, con el sentido de estado de Adenauer.
Aunque sea dramático tener que mentarlo, emulando a los antecesores franquistas de los lacayos actuales, que se dignificaron con aquella postrera decisión, cosa que la casta política actual se niega a hacer para no perder sus inmerecidos privilegios. ¿No les da vergüenza a sus torpes señorías descuidar tanto iPad?
Y, los que no quieren ser europeos, ellos sabrán a dónde van. Pero que no contaminen al resto de Europa con su demencia.
Año trigésimo cuarto de una democracia podrida. Inicio de la democracia ansiada. ¿Habrá nuevo amanecer cívico?
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José M. de la Viña
APUNTES DE ENERCONOMÍA
Sin contrapoderes: el suicidio de una España podrida
A través de Apuntes de Enerconomía, José M. de la Viña, Dr. Ingeniero Naval, persigue transmitir sus experiencias y reflexiones sobre temas relacionados con la energía y el medio ambiente, sector en el que ha desarrollado gran parte de su carrera profesional. Informar, promover el debate, contribuir modestamente a que los lectores puedan forjarse sus propios puntos de vista y, de esta manera, ser entre todos capaces de construir un futuro mejor.
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Cortes de Cádiz - Wikipedia, la enciclopedia libre
es.wikipedia.org/wiki/Cortes_de_CádizCompartir
Se conoce como Cortes de Cádiz a la Asamblea constituyente inaugurada en San Fernando el 24 de septiembre de 1810 y posteriormente trasladada a Cádiz ... Adolfo Suárez - Wikipedia, la enciclopedia libre
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Adolfo Suárez González, I Duque de Suárez, Grande de España (Cebreros, ÁvilaKonrad Adenauer - Wikipedia, la enciclopedia libre
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Acerca de este sonido Konrad Hermann Joseph Adenauer (?·i) ( Colonia, 5 de enero de 1876 - † Rhöndorf, en el municipio de Bad Honnef, 19 de abril de ... Winston Churchill - Wikipedia, la enciclopedia libre
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Sir Winston Leonard Spencer-Churchill, KG, OM, CH, TD, FRS, PC (Palacio de Blenheim, 30 de noviembre de 1874 – Londres, 24 de enero de 1965) fue un ... **
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Publicado por VRedondoF para CPC el 11/28/2012 06:00:00 a.m.